viernes, 13 de noviembre de 2009

El caso de la orangutana




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No recuerdo bien, pero alguna vez, hace buen tiempo atrás, me llegó un mail en donde me contaban la anécdota de una orangutana.

El cuento era de verdad, aunque parezca chafa. La "orangutana", no es un término necesariamente peyorativo para referirse a una mujer. Hay algunos que las llaman yeguas o potrancas, hasta de rinocerontas he podido escuchar que tratan a algunas mujeres. Yo en lo personal no puedo, ni tampoco osaría llamarles orangutana, aún cuando guardo los términos en mi mente.

y es que de pronto me pongo a penar que algunas personas, muchas veces, han de pensar en llamrme con peores vocablos al evocar cosas de mi y por consideración se las han de guardar.

Decía qué… recordaba la anécdota de una orangutana cautiva que trabajaba en un bar de Bangkok, Tailandia, una concurrida taberna-cabaret llamadaa "Milwaukee". Tal vez no era Milwaukee, pero quisiera imaginar que así era, pos para esa región es un nombre exótico y quisiera enriquecer la anécdota y que no sólo quedara en la simpleza de mi memoria. La orangutana era muy graciosa, oriunda de Borneo, su caracter era sencillo y jovial, la vestían con atuendos propios de prostituta, le enseñaron a entornar los ojos, maquillarse los labios, y la enseñaron a beber y fumar, para divertir a los clientes. En este instante no recuerdo el nombre de la orangutana, pero creo que la llamaré "Kenia" ya que no es un mal nombre. Kenia pedía sus bebidas al cantinero, pedía a los clientes que prendieran sus cigarros, y durante incontables noches –a cambio de maní–, escuchaba a los borrachos y sus anécdotas tristes, eternamente vacías y pasadas de moda. Anécdotas que envejecían como se consumen las cenizas de un cigarrillo.

Unos años después, un activista por los derechos de los animales, se enteró de la existencia de Kenia y su aberrante vida. Armánsose de valor, aunó fuerzas de compasión, y decidido entró al establecimiento con un grupo de amigos, y antes de que nadie pudiera reaccionar tomaron a Kenia de la mano y se la llevaron a un refugio. El refugio era un buen lugar, donde cuidaban y rehabilitaban a animales, rescatados del maltrato y el abuso, pero creo que jamás imaginaron la historia de Kenia.



Cuando la orangutana se sintió protegida les relato su triste vida en el burdel, les contó cuántos borrachos había escuchado, cuantas cervezas se había tomado y cuántos cigarros se había fumado, por un puñado de maní, las personas no lo podían creer. Kenia se la pasaba temblando y se enfurecía constantemente, por la necesidad de tener la nicotina o el alcohol.

Maltrataba a otros animales, a sus cuidadores, y luego se sentaba en silencio durante largas horas, mientras sus manos y sus hombros se movían inquietos, mirando a una pared, tratando –creo– de reorganizar su vida.


y nues por nada amigos, pero a veces, así me siento cuando compro mi línea de coca y mis porros de marijuana y me aparto a disfrutarlos en solitario. jajajaja

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lunes, 26 de octubre de 2009

¿Publicidad? No, ya, no más publicidad

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La publicidad, un amo implacable de nuestros deseos. Somos literalmente esclavos, por más que nos duela, y nuestro camino hacia la redención no comenzará hasta que tomemos completa consciencia de ello. 


No es vacío, ni una metáfora, el que insistamos con que estamos esclavizados por un sistema que nos controla primeramente por medio de generar patrones de pensamientos manipulando nuestros gustos. 

Vamos a hacer hincapié en el poder de la publicidad, y para ello no andemos con preámbulos ni paños tibios: 

La publicidad es tal vez el medio primordial mediante el cual las enfermedades del mundo (el materialismo, la falsa belleza, la seducción maquinal, la explotación, la salud distorsionada, y un largo etc) se transmiten a la población.

Recibimos por lo menos 2,000 mensaje publicitarios por día (sin contar aquellos más sutiles que se cuelan en conversaciones, cosas que oimos al pasar, etc) por medio de los medios convencionales como la TV, las revistas e internet, a la vez que por medios menos convencionales como el BTL (publicidad oculta), que hace maravillas para las marcas, pues nadie se percata de la finalidad promocional de los mensajes. 

Cada uno de estos mensajes de intención esclavizante y limitante, está compuesto por una infinidad de valores y principios, todos ellos falsos, Fabricados, diseñados fríamente para controlar  

Por si no está claro aún, estamos hablando de PODER. Quien vive la publicidad como parte del mundo natural, y es completamente permeable a ella a la vez que le presta sus sentidos y pensamiento, está en el punto más lejano posible de ser poderoso.


Una persona que está en el sendero del maestro NO consume publicidad — si bien es virtualmente imposible vivir en el mundo actual sin permear algo del mensaje publicitario, el discípulo ya no digamos el maestro, evita consciente y disciplinadamente gastar siquiera un segundo de su precioso tiempo mirando un cartel en la calle, o interesándose por el aviso de un nuevo producto  

No presta sus oídos a conversaciones cómplices de la publicidad, y busca de modo activo evitar que la publicidad oculta le penetre por medio del inconsciente. Para ello, debe dudar conscientemente de los modelos de confort, belleza y bienestar que la sociedad dominante, impositiva y hegemónica propone.

Empieza a liberarte en vistas a la proximidad del 2012, el año en que muchas cosas tomaran su curso definitivo, hazlo sacando de tu vida el cáncer del apego a las marcas, el lujo, modas y patrones de consumo que pondera la publicidad; simplemente arráncala de raíz y no te tientes a dejarla entrar. Es el primero de muchos pasos hacia una vida de libertad, de la realidad sin el filtro de nadie. 


- Si fue de tu agrado el post y no tienes inconveniente, deja tu huella con lo que te apetezca comentar u opinar, así compartes tu parecer con el resto del mundo blogger. De antemano el universo y yo te lo agradecemos, ¡No lo dudes apreciado amigo del Duende! - 


Tomado de Secretia

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domingo, 25 de octubre de 2009

El Duende y el mago

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Cuento sobre el Duende y el Mago


Esta historia ocurrió hace mucho tiempo. Había un balde de color azul que estaba lleno de luz blanca hasta los bordes. Cada día ocurría el mismo milagro y el balde se llenaba con la luz.



En este balde azul vivía un pequeño duende. Sí, sí. La luz le regalo al duende una bicicleta, un helado, un televisor, una pelota para jugar fútbol y muchas otras cosas, todo lo que el duende quería. El duende era muy feliz.

Un día, cuando el balde nuevamente se llenó de luz y de regalos, el duende se puso muy nervioso y comenzó a pensar. “¿Soy yo quién hace todo eso? ¿Tal vez hay alguien quien me regala esta luz?”.

El duende miró hacia arriba y sonrió. Él vio que un gran mago lo estaba mirando desde arriba. El mago amaba mucho al duende y hacía todo para hacerlo feliz.

El duende entendió eso y comenzó a sentirse avergonzado porque él no tenía nada para regalarle al mago…

Al día siguiente, cuando el balde se llenó de luz nuevamente, el duende pensó: “Ya no quiero ser más un duende que sólo recibe los regalos. Quiero ser como el gran mago para otorgar a otros la felicidad y la luz”.

El duende miró al mago y le dijo: “¡Gran Mago! No me entregues nada más. Me gustaría ser como tú. Me gustaría sólo entregar y no recibir. Lamentablemente, no tengo nada para entregarte. La única cosa que puedo hacer para ser semejante a ti es no recibir nada”.

Al día siguiente, el balde no tenía luz y estaba totalmente oscuro. El duende se sintió vacío. También, sintió que el mago estaba triste. Entonces, el duende nuevamente le habló al mago: “¡Gran Mago! Me gustaría ser como tú y dar regalos. Todo lo que he recibido es tuyo, por eso me sentí avergonzado. Pero ahora, veo que estás triste. Tal vez, podré otorgarte la felicidad al recibir regalos de ti. Ahora entiendo que darme regalos te hace feliz. De esta manera, podemos ser felices juntos”.

El mago nuevamente comenzó a llenar el balde con la luz. Esta vez, el duende no la recibía para sí mismo. Esta vez, el duende recibió la luz para hacer feliz al mago. En todo lo que el duende recibía, él quería entregar la felicidad al mago. Por ejemplo, cuando el duende recibía un chocolate y comía un pedazo, él miraba si eso hace feliz al mago. Cuando el duende veía que el mago estaba encantado al darle regalos, él seguía comiendo el chocolate.

Así, el mago seguía llenando el balde con la luz cada día más y más. El duende creció y se parecía más al mago. Ahora el duende podía disfrutar más para otorgar más placer al mago. Por ejemplo, en vez de la bicicleta y la muñeca, el duende recibió un auto y una novia.

Desde estos tiempos y hasta el día de hoy, el balde azul está siempre lleno de luz. El duende y el mago viven en paz y armonía porque cada uno vive para hacer feliz al otro.

El duende, cada vez que recibe un regalo y se alegra por eso, otorga felicidad al mago.


Autor: Meira Leví

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lunes, 12 de octubre de 2009

Homenaje al Ché Guevara el guerrillero eterno

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He querido de nuevo rendir homenaje al guerrillero eterno, el doctor Ernesto Guevara conocido como el Comandante "Ché Guevara", para ello me he valido de un excelente artículo publicado en "Salvatruchario" que comenta sobre la película titulada "Ché el argentino" pero que para fines practicos cumple con el mismo fin


Para muchas personas, sobre todo para los menores de 30 años, Ernesto “Ché” Guevara es una silueta que suele aparecer en camisetas y posters, una figura más del mundo pop que junto con la Coca Cola, Marilyn Monroe, McDonalds y las Sopas Campbell hechas famosas por Andy Warhol, es parte de los íconos culturales de nuestro tiempo.

Los más informados podrán vagamente “saber” que el Ché era amigo de Fidel Castro y que algo tuvo que ver con la revolución cubana. Pero seguramente no saben que detrás de la imagen de las camisetas, está un médico argentino que escribió una obra ensayística de carácter político, y hasta algunos poemas, y sobre todo, el constructor de las bases ideológicas de la guerrilla cubana, que sirviera de modelo e influencia para la construcción de las posteriores guerrillas latinoamericanas en los años 70, y cuyos preceptos y nociones fueron puestos (o intentados poner en práctica), durante las guerras de los 80, particularmente en Centro América.



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Intentar hablar del Ché no es cosa fácil. Hay mucho mito, mucha politización de la figura y finalmente, en algún lugar oculto, la verdad sobre la persona. Por lo tanto, probar una biografía es una empresa compleja, que necesita definir exactamente cuál de todos los hilos y versiones va a seguirse para esbozar parte de su retrato. Un retrato que, me parece, siempre quedará incompleto y siempre contará con el acercamiento subjetivo de quien lo emprenda. Porque el Ché ha trascendido la persona, la realidad, y en ese mundo alado del mito, se le ama, se le aborrece, se le mistifica, se le distorsiona, se le manipula.

Steven Soderbergh, en complicidad con el actor Benicio del Toro, han intentado hacerlo a través de dos películas, la primera de las cuales está exhibiéndose en Costa Rica (la segunda parte a estrenarse dentro de 2 semanas).

En la primera parte, Ché el argentino, la acción se concentra en la campaña guerrillera en la Sierra Maestra de Cuba con el arribo final a La Habana, luego de que Fulgencio Batista abandonara la isla. Las escenas de la guerrilla van alternadas con las primeas conversaciones entre Fidel y Raúl Castro con el Ché en México, cuando deciden viajar a Cuba y la visita posterior del Ché, en 1964, a las Naciones Unidas, para dar su muy famoso discurso. Estas escenas de Nueva York están en un blanco y negro granulado, que le da un aire de documental a esta parte.

Como película, me parece que Soderbergh ha creado un material balanceado y ágil (en lo personal, no hubiera tenido ningún impedimento en ver las dos partes, una detrás de la otra, así de buena es la tensión narrativa creada). Las escenas, salpicadas por una excelente fotografía, cuentan además con la caracterización de Benicio del Toro, como el Ché, una actuación que se roba la pantalla y que causa absoluta fascinación. No sé qué impresión puedan tener los que conocieron al Ché personalmente, pero el parecido físico y lo que uno ha visto del guerrillero en fotos o cortos videos, comparados con la actuación de del Toro causan mucho asombro.

En cuanto al contenido de la película, mencionaba que me parecía un material balanceado. Habría que agregar también que es sobrio. No se trata de contar toda la vida del personaje, por qué o de dónde le nació la conciencia revolucionaria ni de escarbar en posibles rumores de toda índole. Tampoco se trata de polemizar sobre el actual estado de cosas en la isla.

A diferencia de Diarios de motocicleta, que sí me parece intentó presentar una imagen romanticona del jovencito argentino que hace un viaje en moto y que durante su travesía cambia su mentalidad (romanticismo exaltado por la fotografía del paisaje, la música y la presencia de un Gael García Bernal idealizado por las muchachas), en Ché el argentino el planteamiento no es nada romántico y descansa sobre todo en textos escritos por el propio Ché.

No duda Soderbergh en incluir el fragmento del discurso ante la ONU donde el Ché mismo admite los fusilamientos en la isla y que continuarán ocurriendo. Tampoco se ahorra escenas en cuanto a la disciplina a los combatientes ni tampoco los pequeños detalles de carácter ideológico, como las alianzas “estratégicas” con ciertos partidos políticos que realiza Fidel, para lograr la toma del poder y con los cuales el Ché no está muy de acuerdo.

Me queda la duda de si alguien que no tiene cierto bagaje político pueda captar a plenitud el marco histórico de la época. Tres personas se salieron de la sala durante la película y me pregunté si fue que “se aburrieron”, si la sintieron “pesada” a nivel político. También me pregunto, si uno va a ver una película sobre el Ché, ¿qué es lo que espera? ¿Bombas, explosiones, acción militar sin fin y sin fundamento? ¿Chismes románticos? ¿O un nuevo Diarios de motocicleta, algo más ligera en su planteamiento?

Me parece que a pesar del contenido ideológico, la película se equilibra con momentos de humor y de drama humano. Y me causó asombro que los fragmentos seleccionados del material del Ché siguen teniendo vigencia al día de hoy.

Por lo demás, y de seguro, la película da para mucha reflexión, desde muchos ángulos. En lo personal, se me revolvieron muchísimos recuerdos personales de los años previos a la guerra y de la guerra misma. A fin de cuentas, sentada en aquella sola oscura, pensé que en aquel tiempo, mal que bien, equivocados o no, creímos en algo.


Y lo creímos con intensidad y entrega y seguramente, también, con excesivas dosis de ingenuidad. Hoy en día, ¿en qué se puede creer en un mundo lleno de artimañas, mercantilismo e indiferencia; en un mundo en el que, cada día más, nos estamos dejando dominar por el miedo que nos produce la violencia en todas sus variantes y que vivimos encerrados en nuestras burbujas individuales, volteando el rostro para no comprometernos con nada ni nadie?

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domingo, 27 de septiembre de 2009

Cuando la manipulación de lo virtual incide en la realidad

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“La manipulación ejercida por redes sociales cibernéticas se torna más evolvente que la incursionada por los medios de comunicación convencionales, pues carece de limitaciones y regularizaciones, que sí tienen estos últimos, aunque algunos dueños de esas empresas informativas las violentan”.

Una adolescente británica fue despedida por su empresa tras calificar de aburrido su trabajo, en Facebook. El jefe convocó al despacho a Kimberley Swann, de 16 años, y le comunicó que quedaba despedida por ese comentario en la red social de Internet, según informó The Daily Telegraph.

"A la vista de sus comentarios en Facebook sobre el trabajo y la compañía, creemos que es mejor que, como no está contenta, terminemos con efecto inmediato su empleo en Marketing & Logistics", señaló el comunicado entregado por la empresa a la joven.

En otro contexto, el departamento de Psicología de la Universidad Canadiense de Guelph, realizó un estudio en el que comprobó que Facebook puede provocar serias situaciones de celos en parejas, por el continuo flujo de información que revela sobre: lo que se hace, las amistades que se tienen y las fotos en las que se aparece.

Además de destruir matrimonios, noviazgos, sembrar discordia entre familias, hacer que boten a personas, el facebook también es utilizado para incursionar campañas contra gobiernos. Lo curioso es que las que se han detectado, han sido en contra de administraciones progresistas del continente latinoamericano, no obstante, la misma red es utilizada para contrarrestar tales intensiones.

Una marcha mundial contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) fue convocada a través de facebook en el año 2008, otra movilización contra el presidente Chávez en el mismo año y la más reciente campaña instó a una concentración en diferentes partes del mundo, nuevamente contra el mandatario venezolano, que tras realizarse, se constató que careció de afecto el llamado.

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miércoles, 28 de enero de 2009

Guantánamo: atrocidad del imperio, verguenza de la humanidad

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Mohammed Gharani tenía 14 años cuando fue encerrado en la base militar estadunidense de Guantánamo, convertida en campo de concentración, de tortura y de exterminio de los enemigos del imperio . Era el año 2002, cuando policías paquistaníes le entregaron a agentes de inteligencia estadunidenses, (CIA) a cambio de una recompensa.

Apenas la semana pasada, el 15 de enero, sus abogados –miembros de la ONG británica Reprieve– informaron que después de siete años de vivir preso en los campos de Guantánamo, acusado de ser un “combatiente enemigo”, Gharani sería liberado sin cargos en su contra, luego que la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) comprobó que el joven nacido en Chad –inmigrante en Arabia Saudita y luego en Pakistán– no fue cómplice de un acto de conspiración de Al Qaeda en Londres, en 2000, cuando tenía 11 años.

La mala fortuna no deja todavía a Gharani. La orden de este jueves del presidente Barack Obama de cerrar la cárcel que en 2005 llegó a tener unos 700 prisioneros acusados de “terrorismo”, puso en suspenso la liberación del joven, así como la de otros dos centenares de individuos que, en su mayoría, no han gozado de su derecho a ser llevados a juicio.

La información sobre las vejaciones que los “combatientes enemigos” padecieron en Guantánamo, centros oficiales de detención en Afganistán e Irak y cárceles clandestinas estadunidenses estuvo soterrada hasta 2004, cuando organizaciones defensoras de derechos humanos comenzaron a divulgar testimonios de detenidos.

Se supo entonces que a los prisioneros no sólo los dejaban en celdas a temperaturas que rozaban los 50 grados centígrados, sino que además los desnudaban y los amenazaban con ataques de perros si no confesaban su presunta participación en delitos. Circularon versiones de que a los musulmanes detenidos les daban Biblias en vez del Corán y que los militares estadunidenses escupían sobre las páginas del libro sagrado del Islam o lo destruían frente a ellos.

Los testimonios fueron cada vez más crudos, en la medida en que salieron de Guantánamo decenas de prisioneros de nacionalidad diversa, desde yemeníes y australianos, hasta británicos. Algunos cayeron en redadas en Islamabad, Bagdad o Kabul; otros en Londres o en Roma, y de ahí fueron llevados en vuelos secretos fletados por la Agencia Central de Inteligencia, vía aeropuertos españoles o británicos. Lo que casi todos tenían en común era su religión y sus aparentes vínculos con la red Al Qaeda y el Talibán afgano.

Omar Deghayes, quien fue uno de los primeros “combatientes enemigos” que agentes estadunidenses encarcelaron en Guantánamo en 2001, poco después de los atentados del 11 de septiembre, salió libre después de seis años, sin que se haya probado algo en su contra.

Su delito fue tener parecido físico con un presunto guerrillero checheno y musulmán, Abu Walid. Y por eso, Deghayes fue clasificado en la lista de los 50 “terroristas” más peligrosos del mundo. Nacido en Libia, por un tiempo residente en Gran Bretaña, fue detenido en Pakistán y trasladado secretamente a Guantánamo, donde militares estadunidenses lo dejaron tuerto.

La liberación no ha significado para algunos ex prisioneros una forma de resarcir el daño, según Lahcen Ikassrien, un marroquí preso de 2001 a 2004, quien definió en un testimonio difundido por Amnistía Internacional –reproducido en el sitio en Internet del diario español Público– que “un día en Guantánamo es como un siglo”, con torturas en cada interrogatorio.

Más grave aún es que su vida actual en España, es “como un Guantánamo diferente. No puedo trabajar, no puedo ir a ver a mi familia y no tengo a nadie aquí. Tampoco puedo salir”.

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sábado, 24 de enero de 2009

cierre de la prisión militar de Guantánamo

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El presidente Barack Obama ordenó el cierre de la prisión militar de Guantánamo

Washington.- El presidente Barack Obama ordenó el cierre de la prisión militar de Guantánamo en un período de un año y un alto a los interrogatorios con violencia a sospechosos de terrorismo, una decisión rápida que busca restaurar la imagen de Estados Unidos en el exterior.

Obama firmó las órdenes ejecutivas en una ceremonia en la Casa Blanca.
El cierre del controvertido campo en la Bahía de Guantánamo, en Cuba, donde sospechosos de terrorismo han estado detenidos por años sin un juicio, cumple con la promesa que Obama hizo durante la campaña.

La prisión se convirtió en un punto negro en el manejo de Estados Unidos de los derechos humanos y un símbolo de abusos a reclusos y detención sin cargos durante el Gobierno de George W. Bush.

viernes, 9 de enero de 2009

Sus pretextos son viles mentiras

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Israel no tiene intención alguna de reconocer a un Estado palestino Si Hamas no existiese

Jennifer Loewenstein


Vamos a dejar algo palmariamente claro. Si es que va a proseguir la sistemática mutilación y degradación de la Franja de Gaza; si la voluntad de Israel va en sincronía con la de EEUU; si la Unión Europea, Rusia, las Naciones Unidas y todas las agencias y organizaciones legales internacionales que se extienden por todo el globo van a continuar sentadas como huecos maniquíes sin hacer nada más que repetir “llamamientos” al “alto el fuego” a “ambas partes”; si los cobardes, obsequiosos y perezosos Estados árabes van a seguir observando en estos momentos cómo sus hermanos son asesinados mientras los ojos de la amenazadora Superpotencia mundial les amenaza desde Washington para que ni se atrevan a decir algo que le pueda molestar; entonces, déjennos al menos contar la verdad sobre las razones por las que se está perpetrando ese infierno sobre la tierra.

El estado del terror desencadenado desde los cielos y sobre la tierra contra la Franja de Gaza no tiene nada que ver con Hamas. No tiene nada que ver con el “Terrorismo”. No tiene nada que ver con la “seguridad” a largo plazo del Estado judío o con Hizbullah o Siria o Irán, excepto en la medida en que agrava las condiciones que han llevado a la crisis actual.

No tiene nada que ver con la evocación de “guerra” alguna: un cínico y excesivamente utilizado eufemismo que no implica más que la sistemática esclavitud de cualquier nación que se atreva a proclamar sus derechos soberanos; ese atrevimiento implica afirmar que sus recursos son suyos y que no quieren ver establecerse sobre su querida tierra ninguna de las obscenas bases militares del Imperio.

Esta crisis no tiene nada que ver con la libertad, la democracia, la justicia o la paz. Nada que ver con Mahmoud Zahhar o Jalid Mash’al o Ismail Haniyeh. Ni con Hassan Nasrallah o Mahmoud Ahmedineyad. Todos esos no son más que actores circunstanciales que han conseguido un papel en la actual tempestad sólo en estos momentos mientras que durante 61 años se ha venido permitiendo el desarrollo de la catástrofe actual. El factor islamista ha servido para empañar y continuará empañando la atmósfera de la crisis; ha agrupado a los dirigentes actuales y movilizado a amplios sectores de la población mundial. Los símbolos fundamentales son hoy islámicos: las mezquitas, el Corán, las referencias al Profeta Muhammad y a la Yihad. Pero esos símbolos podrían desaparecer y el impasse continuaría. Hubo un tiempo en que Fatah y el FPLP parecían triunfar; cuando muy pocos palestinos tenían algo que ver con las políticas y los políticos islámicos.

Esas políticas no tienen nada que ver con los primitivos cohetes que se disparan sobre la frontera, ni con los túneles de contrabando y el mercado negro de armas; al igual que el Fatah de Arafat tenía poco que ver con las piedras y los suicidas-bomba. Las asociaciones son casuales; creaciones de un determinado entorno político. Son el resultado de algo completamente diferente de lo que los políticos mentirosos y sus analistas les cuentan. Se han convertido en parte del paisaje de los eventos humanos en el Oriente Medio moderno actual; pero del mismo modo podrían haber ocupado su sitio elementos fortuitos igual de letales, igual de recalcitrantes, mortíferos, destemplados o incorregibles.

Descarten los clichés y la vacua neolengua voceados a través de los serviles medios de comunicación y su patético cuerpo de voluntarios sirvientes estatales en el mundo occidental, y con lo que se van a encontrar es con el deseo puro y duro de hegemonía; de poder sobre los débiles y de dominio sobre las riquezas del mundo. Peor aún, se encontrarán con que el egoísmo, el odio y la indiferencia, el racismo y el fanatismo, el egotismo y el hedonismo que tratamos a duras penas de ocultar con nuestra jerga sofisticada, nuestras refinadas teorías y modelos académicos, ayudan actualmente a guiar nuestros deseos más abyectos y miserables. La insensibilidad con la que nos permitimos todo es endémica a nuestra propia cultura y prospera aquí como las moscas sobre un cadáver.

Descarten los símbolos y el lenguaje actuales de las víctimas de nuestro egoísmo y devastadores antojos y se encontrarán con los gritos sencillos, apasionados y sin afectación alguna de los oprimidos; de los “miserables de la tierra” suplicándoles que cesen su fría agresión contra sus niños y sus hogares; sus familias y sus pueblos; suplicándoles que les dejen en paz para poder conseguir sus peces y su pan, sus naranjas, sus olivos y su tomillo; preguntándoles primero cortésmente y después con creciente desconfianza por qué no les pueden dejar que vivan sin problemas sobre la tierra de sus ancestros; sin explotarles, libres del temor a ser expulsados; a salvo de violaciones y devastación; libres de permisos y bloqueos de carreteras y controles y cruces de frontera; de monstruosos muros de hormigón, de torres de vigilancia, de búnkeres de hormigón y alambradas de espino; de tanques y prisiones y torturas y muerte.

¿Por qué la vida es imposible sin esos infernales instrumentos y políticas?

La respuesta es: porque Israel no tiene intención alguna de permitir un estado palestino soberano y viable junto a sus fronteras.

No tenía intención alguna de permitirlo en 1948 cuando se apropió del 24% más de tierra de la que legalmente, aunque injustamente, le concedía la Resolución 181 de la ONU. No tenía intención de permitirlo con las masacres y estratagemas de la década de 1950. No tenía intención alguna de permitir dos estados cuando conquistó el 22% de la tierra que quedaba de la Palestina histórica en 1967 y reinterpretó a su antojo la Resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU a pesar del abrumador consenso internacional que afirmaba que Israel recibiría un completo reconocimiento internacional, dentro de fronteras reconocidas y seguras, si se retiraba sólo de las tierras que había recientemente ocupado. No tenía intención alguna de reconocer los derechos nacionales palestinos en las Naciones Unidas en 1976, cuando –sólo con EEUU- votó contra una solución de dos estados.

No tenía intención de permitir un acuerdo de paz global cuando Egipto estaba dispuesto a firmarlo, pero recibió, y obedientemente aceptó, una paz separada excluyente de los derechos de los palestinos y los restantes pueblos de la región. No tenía intención alguna de trabajar por una solución justa de dos estados en 1978 ni en 1982, cuando invadió, bombardeó, atacó y arrasó Beirut para poderse anexionar Cisjordania sin problemas. No tenía intención de reconocer un estado palestino en 1987 cuando la primera Intifada se extendió por la Palestina ocupada, hasta la Diáspora y hasta los espíritus de los desposeídos del mundo, ni cuando Israel ayudó deliberadamente al recién formado movimiento Hamas a fin de que socavara la fortaleza de las facciones más laicas y nacionalistas. Israel no tenía intención alguna de reconocer un estado palestino ni en Madrid ni en Oslo, donde la OLP fue suplantada por la temblorosa y colaboracionista Autoridad Nacional Palestina, demasiados de cuyos compinches se agarraron a las riquezas y prestigio que se les otorgó a expensas de su propio pueblo.

Cuando Israel transmitió a los satélites y micrófonos del mundo sus deseos de paz y de una solución de dos estados, había duplicado ya el número de colonos judíos ilegales sobre el terreno en Cisjordania y alrededor de Jerusalén Este, anexionándoselos mientras construye y continúa levantando una superestructura de carreteras y autopistas de circunvalación por encima de las restantes y machacadas ciudades y pueblos de la tierra de Palestina. Se ha anexionado el Valle del Jordán, la frontera internacional de Jordania, expulsando a cualquier “local” que habitara en esa tierra. Habla con lengua viperina de las amputaciones múltiples de Palestina cuya cabeza pronto será separada de su cuerpo en nombre de la justicia, la paz y la seguridad. Mediante las demoliciones de casas, los ataques contra la sociedad civil que intentaron arrojar la historia y la cultura palestina a la sima del olvido; mediante la atroz destrucción de los lugares con campos de refugiados y de los bombardeos de infraestructuras de la segunda Intifada, mediante asesinatos y ejecuciones sumarias, junto a la inconmensurable farsa del desenganche y hasta la anulación de las elecciones palestinas libres, justas y democráticas, Israel ha dado a conocer una y otra vez sus puntos de vista con el lenguaje más fuerte posible, el lenguaje del poderío militar, de las amenazas, de la intimidación, del acoso, de la difamación y la degradación.

Israel, con el incondicional y aprobador apoyo de Estados Unidos, ha dejado totalmente claro al mundo entero una y otra vez, repitiendo en todas sus acciones, una tras otra, que no aceptará un estado viable palestino junto a su frontera.

¿Qué es lo que aún nos queda por escuchar al resto de nosotros? ¿Qué puede poner fin al silencio criminal de la “comunidad internacional”? ¿Qué puede hacernos ver las mentiras y la adoctrinación del pasado ante lo que está teniendo lugar día tras día a la vista de los ojos de todo el mundo?

Cuanto más horrendos son los hechos sobre el terreno, más insistentes son las palabras de paz. Escuchar y observar sin oír ni ver permite que la indiferencia, la ignorancia y la complicidad continúen y hagan más profunda nuestra vergüenza colectiva con cada nueva tumba. La destrucción de Gaza no tiene nada que ver con Hamas. Israel no aceptará ninguna autoridad sobre los territorios palestinos que no pueda finalmente controlar. Cualquier persona, dirigente, facción o movimiento que no acceda a las demandas de Israel o que busque una soberanía genuina y la igualdad de todas las naciones en la región; cualquier gobierno o movimiento popular que exija la aplicación del derecho humanitario internacional y de la declaración universal de los derechos humanos para su propio pueblo será inaceptable para el Estado judío.

Los que sueñan con un estado deben obligarse a preguntarse a sí mismos qué es lo que haría Israel con una población de cuatro millones de palestinos dentro de sus fronteras cuando comete con una pauta diaria, cuando no horaria, crímenes contra ese colectivo humano mientras vive junto a sus fronteras? ¿Qué hará que de pronto la raison d’être, el autoproclamado propósito de la razón de ser de Israel cambie si se le anexionan de forma rotunda los territorios palestinos?

La sangre del Movimiento Nacional Palestino fluye hoy por las calles de Gaza. Cada gota riega de venganza, amargura y odio no sólo Palestina sino todo Oriente Medio y gran parte del mundo. Tenemos que decidir ya si este estado de cosas puede o no continuar. Ha llegado el momento de elegir.

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